La crisis económica actual hace que constantemente estamos oyendo hablar de recortes y radicales privatizaciones dentro del sector de la sanidad pública. Dichos recortes están afectando negativamente al servicio que ofrecen en centros médicos, ambulatorios y hospitales públicos. Todo esto sumado a muchos factores negativos está empezando a derivar en una situación un tanto incómoda, algo que además ha propiciado que sean muchos los que están interesándose en contratar un seguro médico privado (de pago).
Está claro que la diferencia entre pagar o no pagar por un servicio médico puede aportar una diferencia sustancial en el trato recibido y en la profesionalidad de dicho trato. No porque los médicos de la pública sean de menor relevancia (ni mucho menos) sino porque no disponen del mismo tiempo por paciente que en la privada; esto puede hacer que algunos diagnósticos puedan ser erróneos. Y lo que está en juego es nuestra salud, no lo olvidemos.
Evitas las listas de espera. Inevitablemente cuando pensamos en sanidad pública nos viene a la mente una imagen de aglomeración, lentitud, de una sala de espera repleta de pacientes esperando su turno … Tristemente, a dúa de hoy, es la realidad. Esto no sólo repercute en la calidad del servicio sino que directamente repercute en errores de diagnóstico muy habituales por falta de tiempo y dedicación a nuestro caso concreto. Las listas de espera pueden significar en muchos casos la diferencia entre la vida y la muerte en casos de detección precoz de enfermedades muy agresivas como el cáncer, el empeoramiento de una enfermedad a causa de una lista de espera de más de 3 años para una operación simple, y el resultado directo es una peor calidad de vida.
Trato personalizado. Relacionado con el punto anterior nos encontramos que al contratar un seguro médico privado puedes escoger aquel profesional con el que te sientes más cómodo, que va a conocer tu caso y tratará de resolverlo sin necesidad de mirar el reloj mientras te escucha. La gran ventaja en este caso es que si no quedas satisfecho con los resultados puedes pedir una segunda opinión en otro centro médico con otro especialista.
Gran variedad de centros médicos. Otra de las múltiples ventajas de pagar un seguro médico privado es sin duda la gran variedad de hospitales y centros médicos (y sus profesionales) que tenemos a nuestra disposición, algo que podemos aprovechar siempre que queramos. Muchos de estos centros médicos privados disponen de especialistas muy reconocidos dentro del sector médico, oftalmólogos, cirujanos, traumatólogos, etc. En este caso podemos acudir a cualquiera de estos centros en busca del consejo de dichos doctores sin tener en cuenta dónde pasan dicha consulta.
Ventajas fiscales. Si eres autónomo tienes una deducción fiscal de tu seguro médico, y el de tu cónyuge e hijos de hasta 500€ por persona y año. Y si por el contrario tienes una empresa tienes que saber que podrás desgravarte el 100% de la contratación de este servicio dentro del Impuesto de Sociedades.
Asistencia dental. La mayoría de seguros médicos privados no incluyen más que las extracciones de urgencia (al igual que la Seguridad Social), para ello existen los seguros dentales (más aquí). Básicamente dichos seguros funcionan de la misma forma que los seguros médicos y tienen ventajas adicionales como limpiezas, cirugía dental, radiografías, tratamientos, etc.
Precios muy competitivos. Actualmente la oferta es tan amplia que las tarifas de un seguro médico privado se han vuelto muy asequibles. Además, muchas de las compañías incluso permiten la personalización del servicio (a medida) para que pagues solamente por aquello que crees que vas a necesitar. Esto hace que los costes se reduzcan mucho. Aún así es cuestión de comparar siempre el precio con la calidad de la póliza que vas a contratar.
Antes de lanzarse a la aventura de contratar un seguro, sea el que sea (en este caso médico) hay que comparar, pero no sólo en precios sino en la calidad del servicio que vamos a recibir. En el caso de los seguros médicos hemos de estudiar muy bien los servicios que nos ofrecen, qué centros médicos incluyen, qué tipo de prestaciones tienen, etc … y quedarnos siempre con el que mejor relación / calidad / precio nos ofrezca.
Está claro que la diferencia entre pagar o no pagar por un servicio médico puede aportar una diferencia sustancial en el trato recibido y en la profesionalidad de dicho trato. No porque los médicos de la pública sean de menor relevancia (ni mucho menos) sino porque no disponen del mismo tiempo por paciente que en la privada; esto puede hacer que algunos diagnósticos puedan ser erróneos. Y lo que está en juego es nuestra salud, no lo olvidemos.
Evitas las listas de espera. Inevitablemente cuando pensamos en sanidad pública nos viene a la mente una imagen de aglomeración, lentitud, de una sala de espera repleta de pacientes esperando su turno … Tristemente, a dúa de hoy, es la realidad. Esto no sólo repercute en la calidad del servicio sino que directamente repercute en errores de diagnóstico muy habituales por falta de tiempo y dedicación a nuestro caso concreto. Las listas de espera pueden significar en muchos casos la diferencia entre la vida y la muerte en casos de detección precoz de enfermedades muy agresivas como el cáncer, el empeoramiento de una enfermedad a causa de una lista de espera de más de 3 años para una operación simple, y el resultado directo es una peor calidad de vida.
Trato personalizado. Relacionado con el punto anterior nos encontramos que al contratar un seguro médico privado puedes escoger aquel profesional con el que te sientes más cómodo, que va a conocer tu caso y tratará de resolverlo sin necesidad de mirar el reloj mientras te escucha. La gran ventaja en este caso es que si no quedas satisfecho con los resultados puedes pedir una segunda opinión en otro centro médico con otro especialista.
Gran variedad de centros médicos. Otra de las múltiples ventajas de pagar un seguro médico privado es sin duda la gran variedad de hospitales y centros médicos (y sus profesionales) que tenemos a nuestra disposición, algo que podemos aprovechar siempre que queramos. Muchos de estos centros médicos privados disponen de especialistas muy reconocidos dentro del sector médico, oftalmólogos, cirujanos, traumatólogos, etc. En este caso podemos acudir a cualquiera de estos centros en busca del consejo de dichos doctores sin tener en cuenta dónde pasan dicha consulta.
Ventajas fiscales. Si eres autónomo tienes una deducción fiscal de tu seguro médico, y el de tu cónyuge e hijos de hasta 500€ por persona y año. Y si por el contrario tienes una empresa tienes que saber que podrás desgravarte el 100% de la contratación de este servicio dentro del Impuesto de Sociedades.
Asistencia dental. La mayoría de seguros médicos privados no incluyen más que las extracciones de urgencia (al igual que la Seguridad Social), para ello existen los seguros dentales (más aquí). Básicamente dichos seguros funcionan de la misma forma que los seguros médicos y tienen ventajas adicionales como limpiezas, cirugía dental, radiografías, tratamientos, etc.
Precios muy competitivos. Actualmente la oferta es tan amplia que las tarifas de un seguro médico privado se han vuelto muy asequibles. Además, muchas de las compañías incluso permiten la personalización del servicio (a medida) para que pagues solamente por aquello que crees que vas a necesitar. Esto hace que los costes se reduzcan mucho. Aún así es cuestión de comparar siempre el precio con la calidad de la póliza que vas a contratar.
Antes de lanzarse a la aventura de contratar un seguro, sea el que sea (en este caso médico) hay que comparar, pero no sólo en precios sino en la calidad del servicio que vamos a recibir. En el caso de los seguros médicos hemos de estudiar muy bien los servicios que nos ofrecen, qué centros médicos incluyen, qué tipo de prestaciones tienen, etc … y quedarnos siempre con el que mejor relación / calidad / precio nos ofrezca.